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Semplice 6, la tabla de salvación de los ordenadores de gama baja

Si observamos la web informativa de Windows a la hora de establecer patrones y recomendaciones sobre cómo mejorar el rendimiento de un ordenador, observaremos que todo el instructivo orienta a dos cosas: o bien aumentar la memoria RAM del equipo, o adquirir componentes de mayor capacidad. Nada establece a la hora de economizar recursos, distribuir eficazmente el uso de la RAM o simplemente, eliminando procesos innecesarios.

Lamentablemente, esto ya no es solo un problema de Windows, sino también de Ubuntu, sistema operativo que si bien sigue siendo libre, está preparado para consumir cada vez más recursos del ordenador, y por tanto es problemático su uso en ordenadores de gama baja o económicos.

Para eso está Semplice 6, una distribución de Linux basada en Debian, que combina ligereza, elegancia y sencillez, y que está orientada a consumir solamente los recursos básicos para un correcto funcionamiento.

Su escritorio OpenBox resume el lanzador de aplicaciones a un simple click de botón derecho del mouse. Además, viene con varias aplicaciones precargadas para el usuario común (navegador Chromium, editor de texto, editor de imagen y reproductores de vídeo y música multiformato).

Gracias a esta distribución de Linux, podemos hacer que un ordenador portátil de gama baja, de precio aproximado de entre 170 y 190 euros, pueda correr de manera impecable. Hemos hecho el ejemplo de hacer correr simultáneamente cuatro procesos: navegador Chromium, herramienta de programación Gambas, LibreOffice y el editor de imagen GimpShop, con resultado de consumo de no más de 900 MB de memoria RAM.

Ley antiblanqueo y control político: los bancos como agentes de la Ley

El bloqueo financiero a Wikileaks y la vigencia en España de la Ley Antiblanqueo reafirma la necesidad del protocolo Bitcoin para los movimientos sociales.

El insólito caso de la ONG «Mujeres entre mundos», integrante de la Plataforma de Inmigrantes de Andalucía y cuyas cuentas fueron bloqueadas por recabar fondos con destino a un país «sensible» [1], es el mejor ejemplo de cómo las corporaciones financieras, al amparo de la Ley 10/2010 de Prevención del Blanqueo de Capitales, pueden bloquear las cuentas y fondos de multitud de movimientos sociales que en el Estado Español destinan sus dineros a actividades que en el actual marco de conflictividad social pueden ser catalogadas por la entidad como «sospechosas».

La peligrosidad política que encarna esta ley aprobada en 2010 ha pasado apenas desapercibida para la sociedad, y dicha peligrosidad reside en que se delega en las propias entidades financieras la facultad de bloquear aquellas operaciones o cuentas que según los bancos puedan ser sospechosas. Este procedimiento está caratulado en la ley bajo el eufemismo de «diligencia debida».

Cómo opera el procedimiento

Esa sería la pregunta principal; pero la respuesta es que no existe en la práctica un procedimiento al que el usuario bancario pueda acudir en defensa de sus derechos. La terminología de la Ley es tan ambigua que permite bloquear por sospechosa cualquier transacción financiera, sin que exista criterio jurídico alguno al que acogerse o garantía legal que defienda al afectado. Ya no será una fiscalía o unidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la que realizará dichas indagatorias, sino que será el propio banco el que actuará en calidad de agente de la Ley.

Las amenazas a la libertad de expresión que entraña esta medida son tan graves como inmediatas; esta ley es la rúbrica del poder que la oligarquía financiera mantiene en España. Pensemos solamente en la campaña que numerosos dirigentes políticos en el territorio ibérico llevan adelante contra los que participan en «escraches» a altos cargos institucionales o como ha ocurrido recientemente en la ciudad de Burgos, donde centenares de vecinos se han rebelado contra un proyecto urbanístico depredador de la vida social del histórico barrio de Gamonal. No debe haber ninguna duda que las entidades financieras van a ser el bastón procedimental en el que este marco descansará para eliminar la ayuda financiera necesaria para estas actividades.

Pensemos como un ejemplo la clásica cuenta corriente que se suele abrir en cualquier entidad financiera para ayudar económicamente a los afectados por un proceso sancionador, ya sea administrativo, sindical (las famosas «cajas de resistencia») o penal. El peligro de cercenar la libertad de expresión mediante esta ley es ya una realidad en España.

El eterno problema: ¿quién mantiene el depósito de los fondos?

Por un lado, los depósitos bancarios españoles están sometidos a la legislación española, pero sin embargo, la dependencia de las entidades de estructuras financieras supranacionales, como lo pueden ser Visa o Mastercard, otorgan a estas un poder de control sobre las transacciones y los depósitos.

El ejemplo comentado arriba de esta ONG andaluza es cabal respecto a esta necesidad de empezar abordar un marco de transacciones no dependiente de la estructura financiera, por los peligros que entraña y porque el paso del tiempo ha demostrado ser un mecanismo de extorsión de las corporaciones económicas más poderosas.

El Bitcoin es una alternativa que tiene que empezar a ser meditada por quienes en España se plantean cambios sociales profundos. La inembargabilidad, su naturaleza P2P y la ausencia de intermediación financiera son elementos que hacen de este sistema de intercambio un elemento a tener en cuenta. Las criptomonedas basadas en este protocolo pueden ser almacenadas en cualquier dispositivo móvil o unidad de almacenamiento.

Wikileaks pudo sortear gracias al Bitcoin el bloqueo de cuentas realizado por las operadoras Visa, PayPal y Mastercard. Proyectos como el Freicoin permitiría a las casi 70 comunidades de moneda social españolas comunicar sus economías y tener un medio de intercambio. De igual manera ocurre con el proveedor de servicios Riseup o determinados servicios en la nube, que aceptan donaciones en Bitcoins.

El uso del Bitcoin (u otras criptomonedas basadas en su protocolo, de cotización más estable) permitiría sortear toda clase de embargos sobre la actividad social. Es una herramienta hoy desconocida para las mayorías y es una alternativa a la represión económica y frente a un concepto que ya ha instalado en España la trístemente célebre Ley de Seguridad Ciudadana: la «burorrepresión».

1-http://www.elmundo.es/andalucia/2014/01/07/52cbce54ca4741762b8b456c.html

Instalar paquete de idioma en castellano para Icecat 17.0.1

Hace unos días comentamos cómo instalar el navegador Icecat en Ubuntu 12.04. Icecat es uno de los navegadores recomendados por la Electronic Frontier Foundation (EFF, Fundación Fronteras Electrónicas), una organización sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos con el objetivo declarado de dedicar sus esfuerzos a conservar los derechos de libertad de expresión, como los protegidos por la Primera Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, en el contexto de la era digital actual. Según la EFF, Icecat es un navegador que permite evitar los reportes de actividad que los navegadores más populares hacen a la NSA.

Una vez instalado este navegador, tenemos que instalar el paquete de idioma en castellano, de la siguiente manera:

Entra en esta página
http://www.gnu.org/software/gnuzilla/

Que te dirige a la pagina donde se albergan los paquetes de idioma para cada versión: ftp://ftp.gnu.org/gnu/gnuzilla/lang/

Y al seleccionar 17.0, mira cual idioma es y selecciónalo
ftp://ftp.gnu.org/gnu/gnuzilla/lang/17.0/

El navegador te consultará si quieres instalarlo. Clicka en «Allow» y una vez terminado reinicia el navegador. Y ya tienes tu navegador en castellano. Es un procedimiento similar al de Mozilla Firefox.

Que lo disfrutéis.

España: prevenir al Bitcoin del delito de blanqueo de capitales

En los últimos meses, y en función de la discrecionalidad que ha otorgado al Poder Ejecutivo de EEUU la llamada Patriot Act, han cobrado notoriedad los procedimientos contra tenedores, promotores y administradores de la compra y venta de bitcoins, que ha afectado a su operatoria en varios países del mundo.

La pérdida de control que el sistema financiero ha tenido sobre los contribuyentes a partir del nacimiento del Bitcoin ha sido el elemento que ha servido de justificación a la administración norteamericana para argumentar que los tenedores de este software podrían estar refugiándose en este sistema de intercambio con el fin futuro de blanquear capitales de origen ilícito. En la práctica, convierte en sospechoso al tenedor en virtud de una normativa que presume ese origen ilícito, aunque no exista evidencia de ello.

Esta legislación inquisitiva ha despertado temores y recelos en operadores de todo el mundo, dado que salvo algunas excepciones, es el marco regulatorio que impera en los principales países donde se concentran los usuarios del Bitcoin, y lo cierto es que España no es una excepción.

La Ley 10/2010 de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo establece cuatro categorías de blanqueo, donde el denominador común es que existe delito cuando se procede a «regularizar» capitales a sabiendas de su origen ilícito. Este último aspecto, ampliamente interpretable, es el más preocupante desde el punto de vista de los derechos fundamentales puesto que el origen ilícito se puede abarcar desde cualquier lugar.

Para que el sistema no presuma que el receptor del dinero sabe de su origen ilícito, expone unas reglas de obligado cumplimiento que eximirían a dicho receptor de cualquier atisbo de sospecha, pero lo cierto es que la mayoría de los llamados exchanges que operan en y para España no cumplen con estas reglas, y por tanto estarían sujetos a eventuales represalias, que de no ser modificada la estructura y definiciones de la compra y venta de Bitcoins, tarde o temprano llegarán. Son las llamadas medidas de «Diligencia debida» cuya desatención han motivado múltiples imputaciones en materia de lavado de dinero en España.

Proteger al Bitcoin de esta ofensiva no es difícil. Antes que nada hay que devolver al Bitcoin a su naturaleza legal, ya que no es una moneda en los términos de la legislación española. Se trata de un bien intangible o software que se vende por medios electrónicos y que sirve como Sistema de Intercambio Comercial(SIC). Es precisamente la errónea consideración de los bitcoin como moneda la que pone a este sistema en la mira de sus detractores, dado que eso convierte a los operadores en agentes de cambio sin serlo y sujetos, motu proprio, a la mencionada Ley contra el blanqueo.

Estos cambios en las definiciones permitirán no solo proteger a los exchanges de estas consecuencias penales sino que además normalizarán el flujo de bitcoins en la economía nacional, dado que como ya hemos visto, los bitcoins son permutables en cualquier ámbito comercial que acepte los BTC como forma de pago.

GNUzilla para evitar la cyberinjerencia de EEUU en tu navegador

La Electronic Frontier Foundation ha publicado recientemente una guía de alternativas a las aplicaciones y programas que reportan las actividades de sus usuarios a la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos. Esta lista se puede ampliar, pero para el usuario común es una buena guía de acción contra el cyberespionaje. Por un lado propone el uso de sistemas operativos libres alternativos a Windows, el uso de monedas electrónicas, buscadores, pero también ofrece dos alternativas de navegación en internet frente a Internet Explorer y Google Chrome. Nosotros nos vamos a detener con algo que no hemos encontrado en la web: una guía sencilla de instalación de GNUzilla en castellano en sistemas operativos Linux*:

Abrimos una Terminal y hacemos estos pasos.

1- Abrimos una Terminal (Konsole) y añadimos los repositorios escribiendo:

sudo add-apt-repository ppa:gnuzilla-team/ppa

2- Después actualizamos los repositorios con:

sudo apt-get update

3- Y por último instalamos:

sudo apt-get icecat

Y desde entonces podremos hacer una navegación en internet con mayor seguridad. Cualquier duda, comentad y consultad!. Podeis ejecutarlo en Aplicaciones>Internet>Icecat.

*Actualmente existe una polémica lanzada por Richard Stallman, uno de los referentes mundiales del software libre, que rechaza Ubuntu como sistema operativo «libre» al tener las nuevas versiones de Ubuntu (desde la 12.10 en adelante) reportes de actividad a la empresa Amazon, con fines comerciales; aunque es bueno recordar que esta opción se puede desactivar. No obstante, como usuario Ubuntu que soy sigo recomendándolo por su valor filosófico a la par de su accesibilidad, aunque con precauciones (de hecho uso Ubuntu 12.04 Precise Pangolin).

Instalación de Bitcoin-qt en Ubuntu, con tres pasos sencillos

En Ubuntu, normalmente teníamos una opción primaria de abrir nuestro cliente que nos permite el almacenamiento y resguardo de Bitcoins (BTC); era Bitcoind 0.5, que nos permitía trabajar con la línea de comandos (esa pantalla negra similar al MS-DOS de los viejos ordenadores). Bitcoin-qt sin embargo absorbe estas funciones, pero con un aspecto más amigable para el nivel usuario. Aquí podemos ver una definición más detallada: Wiki de Bitcoin-qt.

Lo que vamos a hacer ahora es trabajar los tres pasos que hay que dar para instalarlo en Ubuntu:

1-Abrimos una Terminal (Konsole) y escribimos (de esta manera añadiremos los repositorios de KDE en nuestro sistema):

sudo add-apt-repository ppa:bitcoin/bitcoin

2-Después actualizamos esos repositorios para que nuestro PC pueda extraer el software de instalación de KDE:

sudo apt-get update

3-Y por último, escribimos el comando de instalación:

sudo apt-get install bitcoin-qt

Y listo. Ahora entre nuestras Aplicaciones>Internet estará el icono listo para usar. En breve volcaremos en el blog un tutorial de uso en castellano, con las principales dudas que nos pueden surgir.

Cualquier comentario será bienvenido.